Virgo Shaka
| Virgo Shaka 乙女座（バルゴ）のシャカ | |
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Alineamiento: |
Caballero de Athena |
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 Shaka expande su Cosmos hasta el infinito
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Shaka es el Caballero de Oro de la constelación de Virgo, considerado como "el hombre más cercano a un dios". Mantiene siempre los ojos cerrados, lo que le permite concentrar su Cosmos y liberar todo su poder al abrirlos. Sereno y con un gran autocontrol, sólo las circunstancias más excepcionales pueden hacer que pierda la calma.
Contenido |
Técnicas
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Om: Eleva el cosmos de Shaka hasta el máximo.
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Kān: Una barrera protectora casi inquebrantable.
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Tenma Kōfuku: Una explosión de cosmos que surge desde las palmas de sus manos.
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Rikudō Rinne: Una técnica que permite enviar al adversario a uno de los seis infiernos de la doctrina samsara.
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Tenkūhaja Chimimōryō: Invocación de espíritus que atacan al objetivo.
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Tenbu Hōrin: Técnica ofensiva y defensiva que priva a los enemigos de sus sentidos.
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Tenpōrin'in: Técnica que limpia la mente de toda duda.
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Shaka es capaz de usar la Psicokinesis para comunicarse telepáticamente, mover objetos con su mente, crear ilusiones, e incluso teletransportarse.
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Además, puede borrar en la mente de otra persona los recuerdos que desee, e invertir el proceso para que los recupere.
Técnicas exclusivas en juegos
Armadura
Historia
Manga
Se desconoce gran parte del pasado de Shaka, aunque se sabe que cando era un niño conversaba con el mismísimo Buddha y que para cuando tenía siete años, ya había alcanzado el rango de Caballero de Oro. Su primera intervención en la historia tiene lugar cuando aparece en la Isla de la Reina de la Muerte, justo después de que Ikki obtenga la Armadura de Bronce del Fénix, con la intención de eliminar a Jango, líder de los Caballeros Negros, pero Ikki ya ha acabado con él. Shaka se burla de Ikki, pues éste se cree el Caballero más poderoso, lo que hace que Ikki ataque a Shaka, que daña la Armadura del Fénix y vence a Ikki con facilidad. Antes de marcharse, Shaka borra de la mente de Ikki los recuerdos de su encuentro. Un tiempo después, Aiolia de Leo cuando Aiolia regresa de su misión de acabar con Seiya de Pegaso y sus compañeros Caballeros de Bronce rebeldes, convencido de que Saori Kido es en realidad Athena, exige ver a la supuesta Athena que vive en el Santuario. El Patriarca se niega, ordenando a Shaka, que se encuentra allí, que acabe con Aiolia. Ambos comienzan a medir fuerzas, temerosos de acabar provocando una Batalla de los mil días, pero el Patriarca interviene y lanza a Aiolia su técnica Genrō Maō Ken, que somete la voluntad de Aiolia a la del Patriarca.
Cuando Seiya y los demás llegan a la Casa de Virgo durante su invasión al Santuario para salvar a Saori, Shaka hace que sus ataques se vuelvan en su contra, derrotándoles fácilmente pero, cuando se dispone a rematarlos, aparece Ikki del Fénix. Ikki causa una pequeña herida en la mano de Shaka, y éste la utiliza para crear un rio de sangre en el que Ikki se encuentra a punto de ahogarse, ofreciéndose a perdornarle la vida si le adora como a un dios. Ikki evapora la sangre con su Cosmos, recordando entonces su encuentro pasado con Shaka. El Caballero de Oro usa su técnica Rikudō Rinne, pero ikki consigue sobrevivir, y utilizar su técnica ilusoria, Phoenix Genma Ken contra Shaka, aunque este consigue devolvérsela, provocando una terrible ilusión sobre la infancia de Ikki, tras lo cual destruye la Armadura del Fénix casi sin esforzarse, pero poco después la Armadura renace de sus cenizas. Shaka utiliza su técnica Tenbu Hōrin, destruyendo de nuevo la Armadura y privando a Ikki poco a poco de los cinco sentidos. Ikki le pregunta por qué sigue a alguien tan malvado como el Patriarca, a lo que Shaka responde que el bien y el mal no son absolutos, y que él es capaz de percibir la justicia en el corazón del Patriarca. Cuando Shaka se dispone a acabar con Ikki, su hermano Shun de Andrómeda interviene, pero no puede evitar que Shaka finalice su Tenbu Hōrin. Pero, privado de sus seis sentidos habituales, Ikki despierta el Séptimo Sentido, atrapando a Shaka entre sus brazos, y sacrificándose para acabar con él elevando su Cosmos hasta causar una gran explosión.
Por suerte, ni Ikki ni Shaka mueren en dicha explosión, sino que son enviados a los confines del espacio-tiempo. Cuando la batalla en el Santuario está a punto de terminar, y empieza a saberse toda la verdad sobre la verdadera identidad del Patriarca como Saga de Géminis, Shaka decide volver, siendo capaz de volver por si mismo, pero para llevar de vuelta a Ikki pide la ayuda de Mu de Aries, maestro de la Psicokinesis. Shaka devuelve a Ikki sus sentidos, y le envía a ayudar a Seiya a luchar contra Saga. Cuando Ikki le pregunta por qué le ha ayudado, Shaka admite que alberga dudas en su interior, causadas por Ikki. Cuando toda la verdad sale a la luz y Saga es derrotado, Shaka y los demás Caballeros supervivientes juran lealtad a Athena, tras lo cual utiliza derrama parte de su sangre sobre la Armadura de Bronce de Andrómeda de Shun, para que Mu pueda repararla.
Durante la Guerra Santa contra Poseidon, Dohko de Libra, que ha quedado al mando de los Caballeros a falta de un Patriarca, ordena a Shaka y los demás permanecer en el Santuario y no participar en la batalla. Pronto sabrían la razón: el dios Hades, el peor enemigo de Athena, despierta y ataca el Santuario con los Caballeros de Oro que fallecieron en las batallas contra Seiya y los demás, a los que ha devuelto la vida para servirle. Cuando los resucitados Saga de Géminis, Camus de Acuario y Shura de Capricornio llegan a la Casa de Cáncer, Shaka crea un laberinto de ilusiones para tenerles allí durante las pocas horas de vida que les ha concedido Hades, y así no tener que luchar contra ellos. Saga lanza un poderoso ataque desde la Casa de Cáncer a la de Virgo, pero Shaka consigue protegerse y contraatacar, aparentemente derrotando a Saga y los demás. En realidad se han disfrazado de Espectros, llegando a la Casa de Virgo junto a otros Espectros de Hades, donde descubren sus identidades.
Shaka no piensa dejarles pasar, pero piensa que quizás los Caballeros resucitados están fingiendo su traición, así que acaba con todos los Espectros, tras mostrarles un rosario cuyas 108 cuentas cambian de color conforme mueren los Espectros, para darle a Saga y los demás la privacidad que necesitan para desvelar sus planes secretos, pero ellos se reafirman en su traición, por lo que los lleva a un lugar junto a la Casa de Virgo, el jardín de los Sales Gemelos, y se enfrenta a los tres a la vez. Pese a ser tres Caballeros de Oro contra uno, Shaka consigue mantenerlos a raya, y utiliza su técnica Tenbu Hōrin para privarles de sus sentidos poco a poco, sugiriéndoles que utilicen la técnica prohibida, Athena Exclamation, si quieren vencerle, por lo que Saga comprende que Shaka quiere morir. Shaka está a punto de acabar con ellos, pero finalmente no ataca, permitiendo que Saga y los demás utilizan la poderosa técnica prohibida contra él. Antes de partir hacia el otro mundo, Shaka recuerda una conversación que tuvo con Buddha cuando era niño, sobre que la muerte no es el final de la existencia, sino un cambio. Entonces escribe con su sangre la palabra Arayashiki (Octavo Sentido) en unos pétalos de los sales, y los envía hacia Athena, indicándole con ello que se planea ir al Inframundo a continuar allí la batalla contra Hades.
Más tarde, cuando Athena se suicida para ir al Inframundo y se reúne con Shaka, éste viaja con la diosa hasta los Campos Elíseos en busca de Hades, pero al no encontralo allí, siguen el Cosmos de Hades hasta la Judesca, donde descubren que ya ha ocupado el cuerpo de Shun de Andromeda. Shaka quiere acabar con Hades, aunque eso signifique acabar también con Shun, pero Athena se niega, y utiliza su sangre para liberar a Shun. Por desgracia, Hades aprovecha la oportunidad para raptar a Athena, y llevársela a los Elíseos. Shaka intenta seguirlos, pero el Muro de las Lamentaciones se interpone en su camino. Siendo incapaz de destruirlo, Shaka intenta atacarlo con toda su energía, aunque eso suponga su propia destrucción, pero Dohko de Libra llega y le detiene, explicando que sólo la luz del sol puede dañar el muro. Shaka, junto a Dohko, Aiolia, Mu y Milo, atacan al muro con las Armas de Libra, esperando invocar le poder solar inherente en las Armaduras de Oro, pero sin éxito. Entonces, los espíritus de los Caballeros de Oro fallecidos se unen a ellos, y juntos invocan el poder solar de sus Armaduras en la Flecha de Oro de Sagitario. Por desgracia invocar dicho poder supone la destrucción de los Caballeros de Oro por lo que, antes de hacerlo, encomiendan la salvación de Athena a los jóvenes Caballeros de Bronce.
Anime
La historia de Shaka en el anime es muy similar a la del manga, pero con ligeras diferencias y añadidos. En el anime, Shaka nunca visita la Isla de la Reina de la Muerte, por lo que no tiene ningún encuentro con Ikki del Fénix anterior a la batalla en la Casa de Virgo. Además, en el anime, Shaka tiene discípulos que le consideran un dios al que obedecer sin rechistar. Dos de ellos son los Caballeros de Plata Agora del Loto y Shiva del Pavo Real, que son enviados a la Isla Kanon para acabar con Ikki. Durante la batalla, Shaka interviene utilizando su Cosmos para paralizar a Ikki, facilitandole la tarea a sus discípulos, pero Athena consigue interferir el Cosmos de Shaka con el suyo propio, permitiendo a Ikki ganar la batalla. Como última diferencia, mientras que en el manga Shaka derrama su sangre sobre la Armadura de Andrómeda, ya que Ikki y su Armadura han desaparecido, víctimas de un ataque de Saga, en el anime Ikki no desaparece, por lo que Shaka usa su sangre para que su Armadura se pueda reparar, en vez de la de Andrómeda, que recibe la sangre de Aldebarán de Tauro.
Películas
Shaka aparece brevemente en la película Saint Seiya: Guerreros de la última Guerra Santa, protegiendo la Casa de Virgo hasta que es asesinado por los Ángeles Caídos. Al final de la historia, asciende al firmamento junto con los demás Caballeros de Oro fallecidos, y consigue que el sol pase a través de las nubes, dañando a Lucifer, y dando a Seiya una oportunidad para acabar con él con la Flecha de Oro de Sagitario.
Shaka aparece también en la película Saint Seiya: La apertura de la Saga del Cielo, en la que los dioses castigan a los Caballeros de Oro, convirtiéndoles en almas en pena y privándoles del descanso eterno por rebelarse contra ellos. Como la historia quedó sin continuación, se desconoce qué pasaría con Shaka y los demás.
Trivia
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Shaka es la abreviatura de Shakamuni o Shakyamuni, el nombre japonés para Buda. También es el nombre de un antiguo reino de la India que existió en el primer milenio antes de Cristo, donde nació Siddhārtha Gautama, fundador del budismo.
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En el manga, Shaka es el primer Caballero de Oro que se presenta como tal. Antes que él ya habían aparecido Mu de Aries, Aiolia de Leo y Saga de Géminis (como Patriarca), pero ninguno de ellos había revelado su rango.
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Shaka dice ser "sagrado tanto en el cielo como en la tierra", lo que lleva a Ikki a pensar que es la reencarnación de Buddha, aunque Shaka no lo corrobora en ningún momento. En el anime los discípulos de Shaka creen que es un dios, y que hay que venerarle como a tal. Curiosamente, en sus combates contra los Caballeros de Bronce, Shaka es capaz de devolver todos los ataques que se lanzan contra él, algo propio de los dioses en Saint Seiya, pero más tarde, en la saga de Hades, no es capaz de devolver los ataques de Saga, Shura y Camus, por lo que es probable que pudiese devolver los ataques de los Caballeros de Bronce, simplemente por la diferencia de poder entre ellos y Shaka.
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No se explica en ningún momento qué llevó a Shaka a enviar a Agora y Shiva a acabar con Ikki, si Shaka e Ikki no se conocían, pero es probable que sólo quisiese acabar con un potencial aliado del grupo que había invadido el Santuario.
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Varios Caballeros de Oro son rubios en el manga original, pero sus colores cambiaron en la adaptación al anime, siendo Shaka el único que conservó su color rubio original.
