¡Es una promesa!
| ¡Es una promesa! | |
 Tenma y Aaron prometen volver a encontrarse | |
| Capítulo original | |
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Título (kanji): |
約束だ!! |
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Tenma despierta su Cosmos, y decide convertirse en Caballero.
Resumen
Mientras camina por el bosque, Dohko de Libra encuentra a un grupo de Espectros de Hades, con los que acaba rápidamente. Antes de morir, un Espectro le pregunta qué hace en ese lugar, a lo que Dohko responde que está buscando a Hades, que está a punto de resucitar, pues ha sentido su Cosmos hade poco, lo que significa que ya se ha reencarnado. En el orfanato, Tenma atiende a su amigo Aaron, pues se desmayó en la montaña, donde le encontró Tenma tras percibir que le pasaba algo malo, un hecho que a los otros niños del orfanato les parece increíble. Tenma explica que es capaz de sentir cosas así, como si todo un universo viviese en su interior. En ese momento a Aaron se le cae un colgante al suelo que Tenma no reconoce, cuando va a cogerlo Aaron le grita que no lo toque. Tras disculparse, Aaron quiere preguntar a Tenma si percibe algo en su interior, pero entonces un fuerte relámpago interrumpe su conversación.
Según uno de los niños del orfanato, el río se ha desbordado por la lluvia. Los niños deciden ir a la ciudad amurallada, más elevada, pero la ciudad ha cerrado las puertas. Aaron quiere ir a las puertas a pedir asilo, pero Tenma decide ocuparse él mismo de salvar a sus amigos, y se dirige hacia el río. Allí encuentra una roca desprendida sobre el río pero, pese a sus intentos, no es capaz de moverla para que el río recupere su cauce normal. Tenma consigue despertar su Cosmos y romper la roca, llamando la atención de Dohko de Libra, que acude en su ayuda cuando las aguas del río se lanzan sobre el muchacho. Dohko pregunta al muchacho si estaría dispuesto a proteger la Tierra con su poder, como uno de los Caballeros de Athena.
Unos días después, Aaron está pintando un retrato de Tenma, pues este ha decidido marcharse con Dohko, pero promete regresar cuando se haya convertido en Caballero. Aaron no ha conseguido el pigmento rojo que quería para los ojos de Tenma, por lo que promete terminar el retrato cuando él regrese, pues se habrá convertido en un mejor pintor. Tras despedirse, Tenma se marcha, junto a Dohko, camino del Santuario, el hogar de Athena y sus Caballeros.
